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Prevención de Enfermedades a través de Sanitización e Higiene

La mayoría de las enfermedades del cultivo pueden ser controladas utilizando las técnicas y procedimientos adecuados, pero existen enfermedades provocadas por ciertos virus, bacterias y hongos que pueden ser devastadoras. La clave es la prevención a través de la sanitización e higiene, y para ello el productor debe de conocer la plaga, sus síntomas y las posibles vías de transmisión.

Existen varios tipos de patógenos que pueden dañar nuestro cultivo y en su mayoría tienen un tipo de planta específico para albergarse. Cada patógeno tiene diferentes formar de movilizarse y esparcirse, el conocer cómo lo hacen será crucial para establecer e implementar el plan de acción para la prevención de enfermedades.

Los hongos se reproducen sobre todo por medio de esporas y puede ser a través del aire, agua, sustrato, gente, animales o insectos. La mayoría de las esporas requieren de agua o humedad para su crecimiento y algunas pueden sobrevivir en el suelo por años y emerger de manera inesperada.

Los virus son diferentes, estos son partículas infecciosas que actúan como parásitos intracelulares y sólo pueden replicarse y completar su ciclo de infección dentro de una célula hospedadora adecuada. Debido a esta naturaleza intracelular los virus no se pueden matar con aplicaciones de agroquímicos. Los virus no se reproducen por esporas, pero si pueden ser transferidos a otras plantas.


Una manera muy común e importante en la transmisión de patógenos, ya sean hongos, virus o bacterias, es la denominada –transmisión mecánica. Esta forma de transmisión incluye a la gente, que al estar en contacto con una planta infectada los patógenos se adhieren a la persona y la usan como transporte a otra planta; a los utensilios de trabajo, que al no ser sanitizados de la manera correcta sirven de igual manera para transportar a los patógenos a otra planta, y en general a todo el equipo de trabajo que está en movimiento dentro del invernadero.

Otra forma igualmente importante que debemos considerar en la transmisión de virus son los insectos. Los insectos como la mosca blanca y los áfidos se alimentan de la planta y si esta está infectada los insectos ingerirán el virus, emigrarán a otra planta sana y directamente transmitirán el virus.

Un comienzo limpio

La prevención es la parte medular para evitar las enfermedades de las plantas y todas sus consecuencias. Lo primero que se debe hacer es comenzar nuestro cultivo en un invernadero completamente sanitizado y solo ingresar elementos de trabajo sanitizados de la misma manera. Esta labor se facilita cuando se va a introducir un cultivo diferente o cuando el cultivo previo no tuvo problemas de enfermedades. Si el cultivo anterior tuvo una enfermedad seria, entonces se requerirá hacer una limpieza y desinfección a detalle por dentro y por fuera del invernadero. Una vez que se haya sanitizado el invernadero se deberán introducir protocolos estrictos y específicos de control de todos los insumos y materiales que se van a introducir al invernadero, como el sustrato, plántulas, agua, fertilizantes, sogas, plásticos, herramientas, cajas, etc.

semillas de tomate

Los sustratos utilizados deben de proceder de proveedores confiables y libres de patógenos. Esto aplica para cualquier tipo de sustrato utilizado: turba de esfagno, mezclas, fibra de coco, etc.


Agua y herramientas

Todas las herramientas de trabajo y en especial las navajas y otras herramientas de corte tienen el potencial de transmitir enfermedades. Una navaja que es utilizada en una planta infectada acarreará la savia de esa planta e infectará a las siguientes plantas en donde sea utilizada. Esto se puede minimizar utilizando una herramienta diferente en cada sección o aún mejor, desinfectando la herramienta de corte antes de pasar a la siguiente planta.

También el agua puede ser portador de patógenos y transferirlos a otras plantas. El agua que proviene de pozos profundos difícilmente estará contaminada de patógenos, pero si el agua proviene de la recolección de la cubierta del invernadero y es almacenada en tanques, muy probablemente contendrá polvo, hongos, esporas, partículas de plantas y otros contaminantes que potencialmente podrían contener patógenos. Existen varias tecnologías disponibles para el tratamiento del agua como la pasteurización, UV, ozono, por calentamiento y varios más. La efectividad entre ellos varía dependiendo de su utilización correcta y taza de efectividad.

Los sistemas de irrigación también pueden ser potenciales transmisores de enfermedades. Puede existir acumulación de minerales o materia orgánica en las tuberías, mangueras o goteros que pueden hospedar microrganismos, incluyendo algunos patógenos. Antes de comenzar un nuevo cultivo el sistema de irrigación deberá ser limpiado y desinfectado completamente.

Semillas y otras plantas

Todos los materiales utilizados en la planta como las semillas, esquejes y otras plantas jóvenes deberán de estar completamente libres de patógenos. Se recomienda obtener una garantía por parte del proveedor de semillas o trasplantes asegurando que los materiales están libres de enfermedades. Algunos productores producen plantas jóvenes tomando esquejes de las plantas maduras. Naturalmente se recomienda asegurarse de que esta planta madre está libre de enfermedades para evitar la producción de plantas enfermas.

Buenas prácticas de trabajo

Comenzar con un trasplante saludable, trasplantado en un sustrato libre de patógenos y en un ambiente sanitizado es un buen augurio del éxito del cultivo. A partir de ese momento el enfoque está en mantener todo limpio y seguir estrictos protocolos de sanidad y limpieza.

  • Se debe de convertir en un hábito el comenzar el día de trabajo en un área limpia. Si el trabajo implica tener que trasladarse a un área donde pueden existir contaminantes, se recomienda programar esto para el final del día. De esta manera se evitará tener que regresar ese mismo día al área de cultivo sanitizada y correr el riesgo de infiltrar contaminantes.
  • Es ideal proporcionar a los empleados que trabajan dentro del invernadero un uniforme protector, que será utilizado sólo dentro del invernadero y tendrá que ser depositado en un área designada antes de salir del área sanitizada.
  • Se recomienda establecer un procedimiento seguro para la remoción de los residuos de las plantas. Las posibles plagas o enfermedades no deben de tener ninguna forma de poder ingresar al invernadero.
  • La colocación de estaciones de desinfección de los pies en todas las entradas del invernadero también es otra manera efectiva de disminuir el riesgo de introducir patógenos al área sanitizada.

Todas estas medidas ayudarán a mantener el cultivo dentro del invernadero saludable. Sin embargo, para un buen control de higiene y sanitización se recomienda invertir en un programa completo de concientización y entrenamiento de todos los trabajadores y establecer claros protocolos de trabajo. Ningún programa o producto de sanitización e higiene podrá ser efectivo si no se cuenta con la debida capacitación, aceptación e implementación de todos los trabajadores.

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