Revolución Industrial 4.0
Las implicaciones que tiene la Revolución Industrial 4.0 en el sector agroalimentario mexicano son diversas. Actualmente vivimos inmersos en una revolución tecnológica que modificará drásticamente la forma que el sector de alimentos producirá y comercializará sus productos. La biotecnología, la inteligencia artificial, la robótica, la nanotecnología y la genética serán las tecnologías básicas en esta transformación.
Durante este periodo, las agroindustrias innovadoras, no solamente serán las que lancen nuevos productos y servicios, sino las que creen nuevos modelos de negocios y que implementen estas nuevas tecnologías para solucionar problemas, atender los cambios en la conducta del consumidor y modificar modelos de comercialización y distribución actuales.
Mediante la adopción de la Revolución Industrial 4.0 se prevén cambios en los sistemas de producción; con el desarrollo de la genética y la automatización de los procesos de selección genómica, la generación de nuevas variedades de cultivo, será más económico, sencillo y accesible. Se podrá obtener a un menor precio variedades con mejores características tales como: mayor vida de anaquel, combinación de sabores, enriquecimiento con vitaminas, etc., además de tolerancias y resistencias más efectivas contra plagas y enfermedades.
En un sector como el hortícola donde se requiere una importante cantidad de mano de obra, la revolución industrial 4.0 va ayudar a disminuir costos mediante la automatización y la robótica; algunos expertos consideran que en los próximos 20 años se reducirá hasta un 90% la mano de obra que se requiere en los procesos de cosecha y selección.
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Sin embargo, la parte más importante de la estrategia que tiene que seguir el sector agroalimentario radica en situar la generación y análisis de datos como eje central; la mayor utilidad de estas nuevas tecnologías será la posibilidad de crear una inteligencia de datos de cada una de las partes que componen el proceso productivo, para después analizarlas, mejorar la toma de decisiones y eficientar las operaciones agrícolas.
La obtención, almacenamiento y análisis de datos serán los ejes conductores de los procesos de producción; para ello, sensores, satélites y drones serán, herramientas de obtención de datos básicos para el desarrollo de la agricultura durante los próximos años.
La eficiencia y la optimización en el uso de recursos
Con ello, la evolución de la agricultura se centrará mayormente en la eficiencia y la optimización en el uso de recursos e insumos, tales como agua, fertilizantes y productos fitosanitarios; parte de lo que se ha denominado en los últimos años como Agricultura de Precisión.
El desarrollo de bases de datos ayudará también en aspectos tan importantes como el de la inocuidad alimentaria, ya que teniendo información suficiente y ordenada, podemos predecir con confianza razonable riesgos de contaminación; y entonces, poder llevar a cabo acciones correctivas y enfocar recursos de manera más eficiente.
Influencia en el la conducta del consumidor
En la adopción de la Revolución Industrial 4.0, la conducta del consumidor de frutas y hortalizas frescas se verá influenciada en sus preferencias al momento de comprar, le dará herramientas tales como: dispositivo multisensoriales, básculas inteligentes, electrodomésticos inteligentes, dispositivos de realidad aumentada para realizar visitas virtuales a centros de producción, etc.
Estos nuevos dispositivos le darán al consumidor mayor información de los productos que puede comprar, como frescura, presencia de contaminantes, alérgenos, calorías, nutrientes, etc., así como comprar de forma automática cuando un producto ya se esté terminando en nuestra alacena o refrigerador, lo que ya hoy se conoce como consumo pasivo.
La generación y análisis de datos disponibles de los consumidores, llevará a que los comercializadores sean más eficaces para detectar las necesidades de los compradores, incluso ofrecer productos o líneas de productos enfocadas a atender perfiles genéticos específicos. Lo que no debemos perder de vista, es que no se debe subestimar el poder del consumidor. Ellos tienen la capacidad de hacer cambiar al sector de la noche a la mañana. El avance tecnológico ha conseguido lograr un gran cambio en el comportamiento del consumidor, en parte motivado por la tecnología: principalmente por la disponibilidad y el uso excesivo de ciertas herramientas de comunicación como el teléfono celular y el internet.
De esta manera, la comercialización de frutas y hortalizas frescas está evolucionando a esquemas electrónicos, con los cuales el mercado busca minimizar las ineficiencias generadas en los procesos comerciales tradicionales, reuniendo directamente a compradores y vendedores en torno a un mercado virtual consolidando múltiples ofertas o desarrollando subastas electrónicas.
A través de estos nuevos modelos de negocio y distribución, los agricultores pueden reducir significativamente los costos asociados con la comercialización de sus productos, además consiguen contactar con un mayor número de proveedores o compradores, y permiten desarrollar sus operaciones de forma más eficiente.
Las plataformas digitales de comercialización
Asimismo, también debemos considerar que la mayoría de las plataformas digitales de comercialización, desarrollan una serie de servicios adicionales de gran importancia para los agricultores; tales como logística, planificación y predicción; o servicios financieros, asesoría, certificaciones, que amplían la estructura del mercado electrónico.
Actualmente el volumen de frutas y hortalizas de operaciones realizadas a través de estas plataformas todavía representa una mínima parte del total generado por los sistemas tradicionales. Sin embargo, se espera que en los próximos años el volumen de negocio conducido por estas plataformas pasará del 4% actual a representar el 60% de todo el comercio mundial de frutas y hortalizas en el año 2025. Como vemos, la adaptación del sector agroalimentario a la Revolución Industrial 4.0 representa importantes beneficios para los agricultores; sin embargo, también debemos considerar que el sector se enfrenta a importantes retos para lograrlo tales como: equipamiento, conectividad y capacitación.
Es evidente que la implementación de sistemas de producción y comercialización basados en la tecnología 4.0 requiere inversión por parte de los productores; sin embargo, debe tomarse en cuenta los ahorros que pueden representar el mejoramiento de la eficiencia de las operaciones agrícolas.
Desafíos por delante
Por otra parte, tenemos que reconocer que en la mayor parte de las zonas rurales de México existen serios problemas para el acceso a comunicaciones móviles de alta capacidad, por lo que se requiere el desarrollo de sistemas específicos capaces de ofrecer el acceso a servicios en situaciones de baja o nula capacidad de comunicación.
También es necesario incluir en los programas de capacitación de las empresas, el ensenar al personal técnico en relación a estas tecnologías, que permitan además una correcta implementación a hacer frente a la barrera psicológica que tradicionalmente ha existido en los profesionales agrarios para incorporar a su actividad el uso de las nuevas tecnologías. Para enfrentar y resolver estos retos, se requiere tanto la participación de la iniciativa privada como de la pública, diseñando nuevas formas de trabajar de manera coordinada para que esta modernización actúe a favor del sector agrícola.
En conclusión, la Revolución Industrial 4.0 representa una evolución sistemática de nuestro sector, el ritmo de crecimiento del desarrollo tecnológico no se detendrá, si no que seguirá creciendo de forma exponencial y a toda velocidad. Hay que estar preparados y aprovechar las increíbles oportunidades que representan para las empresas agrícolas de todo México.
Sólo hay dos formas de enfrentar a la Revolución Industrial 4.0: 1) convirtiéndose en empresas globalizadas que actúan de manera pasiva ante estos cambios tecnológicos con el único objetivo de sobrevivir o 2) convirtiéndose en empresas globales que toman todos estos cambios para evolucionar y obtener los beneficios que la modernización ofrece.
Nosotros decidimos quienes queremos ser.