5 ideas falsas que creemos sin razón
por Brian Cantin. Asesor de cultivos
Las visitas a invernaderos o a exposiciones comerciales, la participación en seminarios o las búsquedas en Internet son varios y eficaces medios para recabar información. Sin embargo, jamás se debe olvidar que a menudo sucede que todo este acervo de información no hace referencia más que a un tipo de producción en particular o no se refiere más que a “condiciones ideales” que no se integran necesariamente dentro de su programa de producción en particular. Cuando usted hace el acopio de información ante fuentes de información reconocidas, si usted no tiene la precaución de hacer las preguntas adecuadas o no pide que se le aclaren todos los puntos precisos, la mayor parte del tiempo usted no retendrá más que fragmentos de información que podrían conducirlo a ideas falsas. Este mes, quisiera revisar algunas de las ideas falsas que oigo circular cuando hago la ronda de los diferentes invernaderos. Me detendré particularmente sobre las ideas falsas que conciernen las mezclas y los sustratos, las ideas falsas sobre la eficacidad de los productos químicos, las ideas falsas sobre las prácticas de irrigación. Las ideas falsas sobre los fertilizantes de liberación controlada, y las últimas pero no por ello menos importantes, las ideas falsas acerca del pH del agua y de su efecto sobre el pH del suelo.
Idea falsa NÚM.1
¡Todas las mezclas son iguales!
Contrariamente a esta leyenda urbana, una buena mezcla debe abastecer una porosidad equilibrada cuyos poros son de diversas tallas para asegurar a la vez una buena retención de agua y una circulación de aire adecuada. La talla de los poros tiene una incidencia sobre el agua disponible, sobre el drenado inicial y sobre la calidad de la distribución del agua. Este equilibrio entre la ventilación del suelo y la retención del agua está directamente ligado a la identidad y a la proporción de los ingredientes que componen un sustrato. Es extremadamente importante que la distribución de la talla de las partículas conduzca a un buen equilibrio entre el aporte en aire y el aporte en agua.
Idea falsa NÚM.2
¡Los pesticidas y los fungicidas ofrecen el rendimiento para el cual fueron concebidos!
Cuando los organismos dañinos y las enfermedades persisten a pesar de que se les haya puesto una batería de productos químicos, ha llegado el momento de reconsiderar el programa de gestión de organismos dañinos así como los métodos de aplicación de productos conocidos para poder eliminarlos. Es muy importante reconocer y comprender bien el ciclo de vida de los organismos dañinos en cuestión. Es necesario conocer bien el producto que usted debe aplicar. Infórmese muy bien en cual etapa del ciclo de vida del organismo el producto es lo más eficaz. Lea bien la etiqueta, prestando una especial atención a las informaciones sobre las precauciones que se deben tomar, a las advertencias sobre la fitotoxicidad y a las advertencias en materia de mezclado en tanque. Conserve siempre el equipo de pulverización y de aplicación en buen estado, prestando una atención particular a la talla del orificio del inyector. Las propiedades abrasivas de las fórmulas de polvo humedecibles, pueden agrandar el diámetro de la apertura, lo que puede tener una incidencia en la talla de las partículas de los productos pulverizados. Para terminar, escoja el buen momento del día para realizar la aplicación de un producto químico. Procure igualmente aplicar el producto sobre la parte de la planta en donde resulte más eficaz.
Idea falsa NÚM.3
¡Mis métodos de irrigación son adecuados!
Recuerde que los modos de irrigación son esenciales para el éxito de toda producción; estos deberían tomar en cuenta la selección de su sustrato de cultivo así como que de sus propiedades de ventilación y drenado. Las plantas crecen cuando su zona radical está alimentada con oxígeno y se marchitan cuando el mantillo está sobrecargado de humedad. Si la mezcla seleccionada está demasiado comprimida, el drenado no se hace con la rapidez suficiente y el excedente de humedad mata de esta manera los finos filamentos radicales en el fondo del recipiente. Entre más tiempo el suelo se encuentre mojado, más será el diámetro de las raíces perdidas.
Idea falsa NÚM.4
¡Los fertilizantes de liberación controlada son imprevisibles!
Como lo he explicado más arriba cuando he hablado de los productos químicos, el rendimiento de los fertilizantes, no es tanto una cuestión de imprevisibilidad que una cuestión de conocimiento erróneo del producto. Los fertilizantes de liberación controlada han sido concebidos para liberar pequeñas cantidades de sustancias nutritivas durante un periodo de tiempo prolongado, estando la tasa de liberación en función de una cierta temperatura del mantillo. Temperaturas inferiores o superiores a la temperatura para la cual el producto ha sido concebido tendrán seguramente un efecto sobre la tasa real de liberación de los elementos nutritivos. En caso de duda, queda usted invitado a comunicar con los representantes que le han vendido el producto. Así, estará usted en mejores condiciones de contar con una mejor comprensión del producto y del modo en que éste funciona.
Idea falsa NÚM.5
¡Agua con pH elevado aumenta el pH del suelo!
Tome el tiempo que sea necesario para comprender la diferencia que existe entre un “pH elevado” y una “alcalinidad elevada”. La tasa de alcalinidad se refiere a la capacidad del agua para resistir a un cambio de pH. Los principales componentes de la alcalinidad de un agua son los carbonatos (CO32¯), los bicarbonatos (HCO3¯) y el hidróxido soluble (OH¯). Estos componentes actúan con los iones hidrogenados (H+) y les impiden reducir el pH del mantillo. Una alcalinidad elevada tendrá un mayor efecto sobre el pH del medio de cultivo y sobre la fertilidad de la planta. Por su parte, el pH es una medida de acidez o de basicidad de una solución, medida que se basa sobre los efectos de alteración que los carbonatos presentes en el agua tienen sobre el sustrato de cultivo.
En conclusión, cuando usted trate de mejorar sus métodos de producción recabando nuevas informaciones, asegúrese de hacer las preguntas adecuadas en lugar de conformarse con informaciones incompletas. Esto me hace pensar en mis antiguos mentores y profesores quienes no cesaban de repetir y todos ellos me decían la misma cosa: “no existen preguntas tontas”.
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